Cazwell, rapero y gay

Cuando llegó a Nueva York en 1999 desde Boston, no tenía ningún interés en la noche. “La única razón por la que empecé a ir a las discotecas fue para conseguir actuaciones”, confesaba en 2006. Después vendría esa especie de fenómeno underground que veía a Beyonce en todas partes confundiendo a los clientes con dependientes: I Seen Beyonce At Burguer King se convirtió en el himno de las modernas con sentido del humor. El furor que la canción creó fue tal que lo convirtió en una estrella de la escena neoyorquina y pronto se corrió la voz por todo el país. Luego vendría su aparición en RuPaul’s Drag Race intentando hacer rapear a la boba de Bebe Zaharah Benet (y justificar que ganase en lugar de la extarordinaria Nina Flowers) y de ahí a todas partes. Bueno, no tanto, pero al menos ha revalidado su trono del downtown con el lanzamiento de ocurrente sencillo tras courrente sencillo. Finalmente recopiló todo en un disco que vale la pena escuchar: Watch My Mouth. Y mirando esa preciosa boca (¡y esos ojos!) estamos todas. Deseando quitarle el puesto a su latinisimo novio (aparece en su último video, el sugerente Ice Cream Truck, con un tatuaje que dice, como no: Cazwell).
Su amistad inquebrantable con la operadísima Diva Trans Amanda Lepore (colaboradora habitual) dice mucho de él. Pero lo que quizás más diga de este artista sea el hecho de que está cambiando los estereotipos del rap y la música popular. Con rimas que admiten que se pajea por cam o le encanta comer culos como un canibal, o que prefiere las pollas con piél, es dificil no darle un lugar en el panteón gay. Si a eso se le suma la lista de videos que podéis ver a continuación (practicamente todo el contenido de su primer disco tiene un video), hay que descubrir a Cazwell. Y qué mejor modo que con estos videos que revelan casi tanto de su vida neoyorquina y su entorno como sus letras. No os perdáis este recorrido.
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